
Vino de color intenso que mancha la copa. En nariz aromas de fruta negra muy madura, regaliz y tinta china, con elegantes notas minerales y especias aportadas por la barrica, generando una buena armonía. En boca es potente, estructurado y con taninos suaves y redondos, aportando una considerable elegancia. La enorme potencia del PS cuando inició su estancia en roble, se ha ido suavizando con los largos meses de crianza y ha resultado en un vino con la madera perfectamente integrada. El PS 2016 necesita algunos años en botella para ofrecer sus mejores cualidades. Idealmente debe guardarse al menos un año para empezar a disfrutarlo, si bien a partir del tercero desde su embotellado desarrollará aún mayor complejidad y gama de matices.